La visita al dentista, es en especial para un niño (a) una experiencia que desencadena un gran nerviosismo y temor. Esto se debe en gran parte, a que la mayoría de los niños visitan al dentista cuando los problemas de sus bocas han llegado a un período que se puede calificar de GRAVE y hay dolor asociado.

A pesar de esto, es posible ayudar a un niño a que controle su nerviosismo y a eliminar su temor. Esta ayuda no la proporcionamos nosotros únicamente, gran parte de ella la encuentra el niño en sus padres. Las ideas que aquí incluimos, le serán útiles para ofrecer esta ayuda a su hijo.